La prescripción diferida de antibióticos consiste en iniciar el tratamiento antibiótico 2-3 días después de la consulta, solo se los síntomas no mejoran. Esta estrategia reduce el uso innecesario de antibióticos en el tratamiento de infecciones respiratorias superiores, que suelen ser víricas y autolimitadas, de una forma segura y eficaz. Los niveles de satisfacción de los/las pacientes y las tasas de reconsulta son semejantes a las de la prescripción inmediata. Su implementación requiere la formación de profesionales y ciudadanía, así como el uso de materiáis informativos acomodados. Las herramientas electrónicas de gestión de las prescripcións contribuyen al éxito de la intervención.?