La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica e una complicación poco frecuente del embolismo pulmonar, potencialmente curable mediante tromboendarterectomía pulmonar, aún que hasta un 45 % de los pacientes son inoperables debido al alto riesgo quirúrgico o trombos no accesibles. En estos casos, la angioplastia pulmonar con balón (ABAP) y el tratamiento farmacológico con vasodilatadores son las alternativas disponibles. La evidencia indica que la ABAP mejora la capacidad de esfuerzo, alivia los síntomas e incrementa la calidade de vida frente al tratamiento exclusivamente farmacológico. Por tratarse de un procedimiento complejo, requiere varias sesiones y debe realizarse en centros de referencia con equipos multidisciplinares y pacientes adecuadamente seleccionados.